El sueño siempre ha sido un objeto de grande estudio y interese para la ciencia.
Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo pero soñamos sin embargo por ráfagas de pocos minutos que seria a lo largo de nuestra vida seis años enteros. Está claro que cuando soñamos lo primero que nos viene a la mente es una relación de imágenes proyectadas en el sueño alguno de ellas identificadas con recuerdos pero otras con el presente o imaginarias.
Solo una parte del cerebro deja de funcionar mientras dormimos, el centro lógico. De aquí sueños a veces irreales. Lo único que movemos mientras soñamos son los ojos que se mueven de manera acorde con nuestra actividad en el sueño. Una función importante que cumple nuestro cerebro durante el sueño es la de desechar y seleccionar los recuerdos además de intentar solucionar los problemas que nos ocupan el día. A veces un sueño puede ser el reflejo fiel de lo que nos preocupa y de nuestros deseos.
Freud de hecho sostenía que la función de los sueños era satisfacer nuestros deseos y parece que no se equivocaba.